El Sestao River ha cumplido con su cometido esta temporada.
Después de la victoria cosechada el pasado sábado ante el Palencia, el
equipo que comanda Félix Sarriugarte ya esta salvado de manera
matemática y consigue mantenerse un año más en la categoría de bronce.
Pese a que los buenos resultados de la primera vuelta hicieron soñar a
más de uno con metas más suculentas que la permanencia, la trayectoria
del último tramo liguero hizo que el conjunto verdinegro volviera a la
realidad y que ahora tenga que poner un broche final a la campaña
acompañado de un cierto sabor agridulce. «La última racha amarga un poco
lo que ha sido la temporada, pero aún así, en líneas generales ha sido
buena», señaló ayer a este periódico el capitán sestaoarra, Ibon
Larrazabal.
El triunfo ante el combinado castellano leonés ha
supuesto un punto y final a una pequeña crisis de resultados. Los
verdinegros llevaban un total de cinco partidos sin vencer. La última
victoria fue en la visita del Alavés a Las Llanas. «La primera parte de
la liga ha sido muy buena, y en la segunda nos ha costado más y hemos
perdido muchos puntos», reconoció el centrocampista vizcaíno.
No ha sido posible poner la guinda deseada al año de su
regreso a Segunda B. Y ese último bache, además, sembró dudas sobre si
los 47 puntos que el River contabilizaba en su casillero serían
suficientes para asegurar la salvación. La tranquilidad absoluta no
estaba garantizada. La parte baja de la tabla se apretó más de lo
esperado y, pese a que hubiera sido difícil caer en el puesto de
promoción de descenso, las cosas no estaban nada claras. «Otras
temporadas con 46 puntos estás salvado, pero esta vez, con uno más, la
posibilidad de meterse en problemas estaba ahí», explicó.
En este sentido, Larrazabal admite que sin la permanencia
certificada al cien por cien, había «un cierto nerviosismo» en el
entorno verdinegro. «El run run estaba ahí y eso te tiene en
incertidumbre. Lo importante es que ahora sí estamos salvados del todo»,
subrayó. Una vez alejado el peligro, el objetivo en las dos próximas
jornadas será ir a por el partido y quedar en el puesto más alto
posible. Por el momento, el capitán sestaoarra sólo piensa en su próximo
rival: el Eibar. «Sólo pensamos en el siguiente encuentro, que será muy
bonito y atractivo para la afición. Intentaremos hacerlo lo mejor
posible para que los tres puntos se queden en nuestra casa», aseguró el
jugador.
Despistes defensivos
El River jugará su último compromiso liguero en Las
Llanas y los hombres de Sarriugarte quieren brindar un triunfo final a
su fiel parroquia. Sería la segunda victoria consecutiva que consiguen
como locales, y para ello la escuadra vizcaína no podrá repetir los
errores de bulto que esta temporada han costado caros y le han hecho
perder demasiados puntos. «Ante el Palencia estuvimos bien. Hicimos un
buen trabajo y hubo sacrificio, pero aún así volvimos a cometer
bastantes fallos», reconoció Larrazabal.
En uno de los despistes defensivos, los palentinos
consiguieron adelantarse en el marcador y poner, de nuevo, el partido
cuesta arriba para los verdinegros. A diferencia de otras jornadas en
las que el Sestao River no lograba reaccionar con el luminoso en contra, esta
vez fueron a remolque y lograron sobreponerse al tanto visitante. «El
equipo supo responder. Fue una victoria sufrida, pero en todo momento
fuimos a por el partido», zanjó el futbolista vizcaíno.
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