miércoles, 2 de mayo de 2012

Ibon Larrazabal: La última racha amarga un poco lo que ha sido la temporada.

 
El Sestao River ha cumplido con su cometido esta temporada. Después de la victoria cosechada el pasado sábado ante el Palencia, el equipo que comanda Félix Sarriugarte ya esta salvado de manera matemática y consigue mantenerse un año más en la categoría de bronce. Pese a que los buenos resultados de la primera vuelta hicieron soñar a más de uno con metas más suculentas que la permanencia, la trayectoria del último tramo liguero hizo que el conjunto verdinegro volviera a la realidad y que ahora tenga que poner un broche final a la campaña acompañado de un cierto sabor agridulce. «La última racha amarga un poco lo que ha sido la temporada, pero aún así, en líneas generales ha sido buena», señaló ayer a este periódico el capitán sestaoarra, Ibon Larrazabal.
El triunfo ante el combinado castellano leonés ha supuesto un punto y final a una pequeña crisis de resultados. Los verdinegros llevaban un total de cinco partidos sin vencer. La última victoria fue en la visita del Alavés a Las Llanas. «La primera parte de la liga ha sido muy buena, y en la segunda nos ha costado más y hemos perdido muchos puntos», reconoció el centrocampista vizcaíno.
No ha sido posible poner la guinda deseada al año de su regreso a Segunda B. Y ese último bache, además, sembró dudas sobre si los 47 puntos que el River contabilizaba en su casillero serían suficientes para asegurar la salvación. La tranquilidad absoluta no estaba garantizada. La parte baja de la tabla se apretó más de lo esperado y, pese a que hubiera sido difícil caer en el puesto de promoción de descenso, las cosas no estaban nada claras. «Otras temporadas con 46 puntos estás salvado, pero esta vez, con uno más, la posibilidad de meterse en problemas estaba ahí», explicó.
En este sentido, Larrazabal admite que sin la permanencia certificada al cien por cien, había «un cierto nerviosismo» en el entorno verdinegro. «El run run estaba ahí y eso te tiene en incertidumbre. Lo importante es que ahora sí estamos salvados del todo», subrayó. Una vez alejado el peligro, el objetivo en las dos próximas jornadas será ir a por el partido y quedar en el puesto más alto posible. Por el momento, el capitán sestaoarra sólo piensa en su próximo rival: el Eibar. «Sólo pensamos en el siguiente encuentro, que será muy bonito y atractivo para la afición. Intentaremos hacerlo lo mejor posible para que los tres puntos se queden en nuestra casa», aseguró el jugador.
 
Despistes defensivos
 
El River jugará su último compromiso liguero en Las Llanas y los hombres de Sarriugarte quieren brindar un triunfo final a su fiel parroquia. Sería la segunda victoria consecutiva que consiguen como locales, y para ello la escuadra vizcaína no podrá repetir los errores de bulto que esta temporada han costado caros y le han hecho perder demasiados puntos. «Ante el Palencia estuvimos bien. Hicimos un buen trabajo y hubo sacrificio, pero aún así volvimos a cometer bastantes fallos», reconoció Larrazabal.
En uno de los despistes defensivos, los palentinos consiguieron adelantarse en el marcador y poner, de nuevo, el partido cuesta arriba para los verdinegros. A diferencia de otras jornadas en las que el Sestao River no lograba reaccionar con el luminoso en contra, esta vez fueron a remolque y lograron sobreponerse al tanto visitante. «El equipo supo responder. Fue una victoria sufrida, pero en todo momento fuimos a por el partido», zanjó el futbolista vizcaíno.

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