lunes, 13 de febrero de 2012

SESTAO RIVER 1 - 2 PONFERRADINA

La Ponferradina se ha llevado los tres puntos de las Llanas en un partido en el que el River empujó y lo intentó pero no pudo con el rival, que contó con el beneplácito del colegiado en sus continuas pérdidas de tiempo. Aún así los visitantes enviaron hasta tres balones al palo y tuvieron más ocasiones.
Desde el minuto uno el River intentó atacar pero esta vez los pases de Vilarchao e Izurza no conseguían crear el peligro necesario para adelantarse en el marcador. En el minuto 4 Barrón mandaba cerca del palo un disparo tras un saque de banda. Dos minutos después el que gozaba de una ocasión era Jonathan aunque Maguna sacaba con seguridad. En el minuto 10 la jugada polémica del partido, un pase en profundidad a Etxaniz, que era capaz de golpear el balón y sobrepasar al portero, pero el linier pitaba fuera de juego tras rematar a las redes Vilarchao, pese a que venía en la jugada por detrás de Etxaniz.
En el minuto 23 los visitantes demostraban porque se encuentran en esa posición, pese a jugar como un equipo pequeño a encerrarse e intentar cazar algún gol. Acorán, tras entrar en el área cruzaba el disparo lejos del alcance de Maguna. La Ponfe ya tenía lo que quería.
Poco después respondía el River tras un centro de Josu que Barrón remataba suave y detenía el portero. En el 41 de nuevo los mismos protagonistas pero esta vez Barrón acertaba a enviar el balón a las redes.
Tras el descanso los equipos se tantearon hasta que los visitantes se lanzaron tímidamente al ataque. En un par de acercamientos enviaron tres balones a los palos. No tuvo su primera ocasión el equipo de Sarriugarte hasta el 56 cuando tras un eslalon de Barrón éste cedía atrás e Izurza remataba potente pero muy centrado. Mediada la segunda parte de nuevo Acorán enviaba a las redes una internada por la banda derecha en la que no encontraba defensas.
De ahí al final no sucedió demasiado, el River lo intentaba y la Ponfe perdía tiempo. Solo cabe mencionar un encontronazo de Etxaniz y Javi Navarro que le provocaba una brecha al segundo y le obligaba a abandonar el campo.

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