Nueva
derrota del Sestao River en Las Llanas, segunda consecutiva en casa,
esta vez ante un Lleida que rentabilizó sus ocasiones frente a un
conjunto verdinegro sin suerte, que incluso falló una pena máxima. Al
menos, el resto de resultados, con la victoria del Barakaldo incluida,
favorecen a un Sestao que se mantiene fuera de los puestos de descenso.
Comenzó mejor el conjunto de José Luis Ribera. El equipo verdinegro
saltó al maltrecho césped de Las Llanas dispuesto a hacerse con el
control del partido. Los locales trataron de dar amplitud al juego por
las bandas. En el tramo inicial, Abasolo y Hernáez protagonizaron las
mejores acciones del River. La temprana lesión de Eneko comenzó a marcar
el gafe que persiguió al Sestao durante los noventa minutos. El central
tuvo que abandonar el terreno de juego a la media hora de partido. Unai
Calvo entró en su sustitución. Poco a poco, el Lleida se fue adueñando
de la situación. Los catalanes comenzaron a inquietar la meta de Montero
y obligaron al guardameta verdinegro a emplearse a fondo en un par de
buenas ocasiones hasta que Mata adelantó al conjunto ilerdense. Los
locales reclamaron sin éxito situación de fuera de juego del máximo
goleador catalán que aprovechó una prolongación para adelantar al Lleida
en el segundo palo. Antes del descanso, el encuentro se terminó de
complicar con el segundo gol catalán. Barreda aprovechó un contragolpe
visitante para plantarse solo ante Montero y batir al portero
verdinegro.
En
la segunda mitad, el River buscó la reacción. Dominó, llevó la
iniciativa y creó cierto peligro. También es cierto que el estado del
terreno de juego no ayudaba. Muy embarrado, el césped se convirtió en el
principal enemigo de un Sestao que tiró de empuje para meterse en el
partido. Pudo hacerlo mediada la segunda parte cuando el colegiado
señaló penalti en el área ilerdense. Sin embargo, Aranbarri no logró
materalizar desde los once metros. Antes, Pau Torres había salvado al
Lleida del gol tras un córner botado por Josu Hernáez que estuvo a punto
de suponer el primer tanto local con un remate hacia su propia portería
de un defensor catalán. Los últimos intentos del Sestao quedaron en
nada. Por si fuera poco, en el último minuto, Orbegozo vio la segunda
cartulina amarilla por empujar a Pau Torres y fue expulsado.
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